martes, 15 de octubre de 2013

Crónica de una jornada inolvidable en Lérida.


El domingo 13 de octubre ha sido beatificados 522 mártires de la persecución religiosa en España en el siglo XX. Un grupo de miembros de la Acción Católica General de Madrid estuvo allí. A continuación el testimonio de Irene Szumlakowski del día previo a la beatificación y lo vivido por ellos.

A primeras horas de la mañana del 12 de octubre, un grupo de unos 40 jóvenes madrileños caminaba por las solitarias calles de la ciudad de Lérida. Se paraban en alguna esquina, hacían alguna foto, y continuaban su camino hacia el cementerio. Una vez cruzado el Puente Viejo, comenzaron el rezo del rosario. Las pocas personas que se cruzaban en su paso los miraban con curiosidad.

Su camino continuó por la antigua carretera de Barcelona y tras cruzar la carretera actual, entraron en el cementerio. Allí, guiados por un venerable sacerdote, se acercaron a la placa que recuerda el martirio del beato Francisco Castelló Aleu, un joven de la Acción Católica, igual que los jóvenes madrileños, que murió mártir en 1936. Después de recordar las circunstancias de su martirio, a los 22 años, los asistentes rezaron el credo. Era el primer paso de un día dedicado a palpar, en diversos puntos de Lérida, las huellas de la vida de este joven beato, que desde el año 2008 es el patrono de la Acción Católica General de Madrid.

Tras la peregrinación al cementerio, volvieron a la ciudad. En la iglesia de San Pedro celebraron la Eucaristía, de la fiesta de Nuestra Señora del Pilar. Luego visitaron el museo permanente del beato Francisco Castelló, explicado por varias personas del lugar.

Por la tarde, los jóvenes y los adultos que los acompañaban trabajaron por grupos sobre las tres cartas que escribió Francisco Castelló para despedirse de sus seres queridos tras su condena a muerte: a sus hermanas y tía, a su novia Mariona, y al padre Román Galán, su amigo y confesor. En cada grupo se estudió una de las cartas, buscando siempre la interpelación para la vida personal.

Algunos de los peregrinos participaron más tarde en la vigilia de oración de la diócesis de Lérida, donde explicaron por qué Francisco Castelló es el patrono de la Acción Católica General de Madrid. La jornada culminó con un tiempo de Adoración al Santísimo en el oratorio de la Virgen Blanca de la Academia.

Como se puede apreciar, una intensa preparación para participar al día siguiente en la beatificación de 522 mártires de España en Tarragona.

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