viernes, 10 de febrero de 2012

10 de Febrero. Día del Ayuno Voluntario

Manos Unidas nos propone para el 10 de febrero un Día de Ayuno Voluntario. No es sólo dejar de comer, es privarse de algo para cambiar nuestro corazón.

Matías Gotor Mestre, escribe un precioso artículo en 'laverdad.es' que queremos reproducir, porque recoge muy bien lo que Manos Unidas pretende al proponernos este día.

"En este año 2012 la campaña de Manos Unidas reclama el cumplimiento del Objetivo 6 del Milenio: La protección del derecho de todos a la salud. Y los países preferentes elegidos son: Zimbabwe, Guatemala y Madhya Pradesh en la India. Todos los datos que comporta la campaña se han divulgado por los distintos medios&hellip las enfermedades que especialmente se tienen presentes para esta Jornada, cuales son: sida, paludismo o malaria, así como las enfermedades llamadas raras, especialmente olvidadas y de una gran virulencia entre los más pobres. Se intenta defender en esta campaña el desarrollo integral de cada persona y de la humanidad, porque todos sabemos que la salud y el desarrollo caminan juntos. Un país no puede tener una buena salud si no posee la infraestructura sanitaria más elemental y un nivel de vida donde no exista el hambre y la miseria. El derecho a la salud es una cuestión de justicia social y de responsabilidad personal. Y en este segundo aspecto es donde quiero profundizar, alumbrando una faceta que no se suele contemplar. Estas campañas surgieron allá por los años 59-60 con el título genérico de 'Día del Ayuno Voluntario'.

El ayuno entendido en el sentido más literal y clásico, tenía su razón de ser hace 53 años. Suponía la privación de algún alimento en la dieta de ese día y el ahorro que conllevaba se entregaba para la finalidad de la campaña. En la actualidad, se centra más, y casi exclusivamente, en la oración y en actividades con las que conseguir dinero para la causa que nos ocupa.

Nos estamos olvidando de un puntal que forma parte del acontecimiento y que podemos llamar sacrificio, renuncia, privación, penitencia, catarsis&hellip Todos estos conceptos os estarán resultando un tanto raros, caducos y obsoletos. Vivimos en una sociedad con unos planteamientos que rechinan bastante con ellos. La tecnología, el avance de la técnica y de la informática, que nos sorprende cada día con nuevos descubrimientos, no deja pensar mucho en sacrificios con una finalidad espiritual. No viene mal, todo lo contrario, el que vivamos ese día lo que supone privarse de algo&hellipun aperitivo, una comida copiosa, una compra innecesaria&hellipante los millones de seres, hermanos nuestros, que tienen los mismos derechos que nosotros, los que habitamos en mundos desarrollados y que conseguimos lo que queremos con solo alargar la mano y darle a un botón o girar un mando para tener al instante agua fría, templada o cliente, según lo que nos apetezca.

Comprendo que vivimos en un mundo donde los 'valores', lo que entendemos como principios éticos para actuar y comportarnos, están en franca retirada. La ley del deseo, de lo que «me apetece» se ha ido extendiendo como una mancha de aceite y nos ha ido empapando más de lo que creemos, aún a los que nos consideramos de un cierto rigor en el actuar. Sé que los pequeños sacrificios, tan puntuales y pasajeros, de ese día no conseguirán por sí mismos nada y no podemos si siquiera pensar en compararlos con el hambre que destroza los estómagos de nuestros negritos, inditos y asiáticos&hellip Pero por unas horas sabremos lo que es la necesidad, la escasez, la renuncia que ellos padecen desde hace tanto tiempo y el que queda todavía, como no trabajemos sin descanso en paliarlos hasta llegar a erradicarlos definitivamente. Quizás os esté pareciendo todo esto unas prédicas trasnochadas y fuera de lugar. Pero creo que no, que la teoría, la lección de solidaridad nos la sabemos muy bien todos, pero la experiencia, aunque sea mínima de ese día, nos acerca de alguna manera a los que les falta de casi todo.

Que vivimos este Día del Ayuno Voluntario con otro talante, que no sea el de dar dinero (que es muy importante y sé que no vais a fallar) pero que los aderecemos con esta virutas de renuncia, a la que no estamos muy acostumbrados y que le darán un carácter nuevo."

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