Comentario a la Quinta Estación del via crucis. Texto procedente del via crucis presidido por el Santo Padre Benedicto XVI, en el Coliseo romano, en el Viernes Santo de 2008. Reflexiones escritas por Su Eminencia Reverendísima el Señor Cardenal JOSEPH ZEN ZE-KIUN, S.D.B. Obispo de Hong Kong
Nota. Este via crucis de 2008 tiene 14 estaciones, según el texto bíbilico. Esta estaciones no coinciden planamente con las tradicionales. Por tanto a la que denominamos aquí quinta estación, es la octava en el via crucis original.
QUINTA ESTACIÓN
El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz
V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
Del Evangelio según san Marcos 15, 21
A uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz de Jesús.
MEDITACIÓN
Simón de Cirene venía del campo. Se tropezó con el cortejo de muerte y lo forzaron a llevar la cruz juntamente con Jesús.
En un segundo momento, él corroboró este servicio, se mostró feliz de haber podido ayudar al pobre Condenado y llegó a ser uno de los discípulos en la Iglesia primitiva. Seguramente fue objeto de admiración y casi de envidia por la suerte especial de haber ayudado a Jesús en sus sufrimientos.
ORACIÓN
Amado Jesús, probablemente mostraste al Cirineo tu gratitud por su ayuda, mientras la cruz en realidad fue causada por él y por cada uno de nosotros. Así, Jesús, nos lo agradeces cada vez que ayudamos a los hermanos a llevar la cruz, aunque no hacemos más que cumplir con nuestro deber de expiar por nuestros pecados.
Eres tú, Jesús, quien está al comienzo de este círculo de compasión. Tú llevas nuestra cruz de tal manera que seamos capaces de ayudarte en tus hermanos a llevar la cruz.
Señor, como miembros de tu cuerpo, nos ayudamos mutuamente a llevar la cruz y admiramos el ejército inmenso de cirineos que, aun sin tener todavía la fe, han aliviado generosamente tus sufrimientos en tus hermanos.
Cuando ayudemos a los hermanos de la Iglesia perseguida, recuérdanos que somos nosotros quienes, en realidad, somos ayudados por ellos.
Todos:
Pater noster, qui es in cælis:
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.
Tui Nati vulnerati,
tam dignati pro me pati,
poenas mecum divide.
El via crucis completo lo encontramos en este enlace
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